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sábado, 17 de mayo de 2014

FILOSOFÍA Y POLITICA DE DUARTE



 LA FILOSOFÍA POLÍTICA Y JURÍDICA DE JUAN PABLO DUARTE
La concepción que abrazo Duarte sobre la filosofía y la política era muy superior  a la de muchas de sus coetáneos dominicanos, ya que en el país predominaba el desarrollo de una práctica política carente de fundamentos teóricos o filosóficos sólidos, sin importar que su orientación ideológica fuese conservadoram nacionalista o liberal.

La política no es una especulación: es la ciencia mas pura y la más digna, después de la filosofía, de ocupar las inteligencias nobles¨.
En esta definición  de Duarte sobre la filosofía y la política vemos al poder ración propia de un experto en los estudios  clásicos de la antigüedad griega, tal como observó certeramente nuestro gran humanista Pedro Enríquez Ureña.
La filosofía, área esencial del conocimiento humano, hace posible que los individuos puedan atalayar con mayor visión las diferentes esferas de la realidad que ésta examinada con sentido crítico. Una de las múltiples disciplinas que se derivan de la filosofía es la filosofía policía, la que le permite al sujeto auscultar con gran profundidad aquellos aspectos que sirve de fundamento a las profanidades de las políticas, del poder, del estado y de la diferente forma de gobierno.
Esto nos deja ver que el estagirita definido la política como la ciencia suprema y directiva de todas las demás, por cuantos su fin esencial es lograr el bienestar de los seres humanos, de la ciudad (o el Estado) y de la comunidad cívica.
Aristóteles al igual que Duarte, le reservo un lugar especial a la política, ya que ambos la catalogaban indistintamente   como: la ciencia suprema y directiva de todas las demás, orientada al logro del bienestar de los seres humanos, del Estado y de la comunidad, el primero; o la ciencia más pura y más digna, después de la filosofía, de ocupar las inteligencias nobles, el segundo.

La ciudad es el fin de aquellas,  y la naturaleza es fin. En efecto, lo que cada cosa es, una vez cumplido su desarrollo, decimos que es su naturaleza, así de un hombre, de un caballo o de una casa. Además, aquello por lo que existe algo y su fin es lo mejor, y la autosuficiencia es,  a la vez, un fin y lo mejor.
Platón y Duarte le reservaban un lugar privilegiado a la filosofía y a la política entre quienes ejercen las funciones de gobernantes, al considerar que estos deben ser los mejores en estas dos ramas del saber humano, al considerarlas las disciplinas más dignas de ocupar las inteligencias más preclaras y excelsas en un determinado país, territorio, región o en el cosmos.










La Huella Romántica
El periodo que va desde 1828 hasta 1831, y acaso durante todo el trayecto de su vida, el patricio Juan Pablo Duarte estuvo influido por la abrazadora perspectiva romántica, en la literatura, en la música y en la política de las últimas décadas del siglo XVII y de las primeras décadas del siglo XIX.
El romanticismo, que tuvo como entre sus más grandes precursores al filosofo ilustrado francés Jean-Jacques Rousseau y como su ultimo gran icono al poeta alemán Henri Heine.
En la fundación de La Trinitaria, Duarte se inspiro en la sociedad secreta revolucionaria Los Numantinos, creada por Espronceda en 1823. Templarios llenó Duarte a sus compañeros de La Trinitaria, y en sus versos repitió tantas veces la palabra templario-puesta en boga por Espronceda- que es, como dice Allison Peers, el peregrino y el ermitaño utilizados por el movimiento romántico para ilustrar su concepto del cristianismo.
Hay un grupo de composiciones de Espronceda en que se descubren esas intimas rebeldías con que los espíritus nobles reaccionan frente a la iniquidades e injusticias de que la sociedad egoísta de los hombres está formada: que el poeta se compenetra con el inmenso acervo de las angustias humanas y armonizadas, en un fondo de lamentaciones, su propio dolor con el dolor de todos. Tal es el caso de Duarte poeta. Su poesía, poesía de la angustia, fue la expresión de su dolor y del dolor de todos.
Es evidente que Duartes en la Madre Patria en los mejores tiempos del romanticismo se saturó de su fuerte acento, inapagable acento que perduraría por siempre en su vida y su obra.
Cuando duarte llego a Barcelona hacia el año 1828, esta ciudad era el mayor centro hispánico del romanticismo en las primeras desucadas del siglo XIX, momento celebres en que predominaban las reuniones juveniles en asambleas, consejos sociales y academias que estimulaban los buenos estudios, la lucha por la nacionalidad y el desarrollo cultural y político tanto individual como colectivo.
Del primer romanticismo español, el poeta José Espronceda, de quien es muy probable el Patricio tomara la idea de la sociedad secreta La Trinitaria  que fundaran el 16 de julio de 1838. Decimos esto porque hacia el año 1823 Espronceda había fundado la sociedad secreta Los Numantinos, organización revolucionaria que estuvo entre los factores que desencadenaron la prosecución y posterior exilio del bardo español.
En las composiciones puesticas de Espronceda como en las de Duarte, se descubre las intimas rebeldías con los espíritus nobles reaccionan  frente a las iniquidades e injusticias de que está constituida la sociedad individualista de los hombres. De igual manera, la lirica de ambos poetas se compenetra con el inmenso acervo de las angustia humanas y armoniza, en el muro de las lamentaciones, su propio dolor con el dolor de los demás.
El importante dogma de la fraternidad humana, este dogma desconocido de todos y tan útil en época cual la nuestra, resulta, pendenciera y fratricida, no halló interprete más hábil n abogado más ardiente.
El dogma scottiano de la fraternidad humana fue dogma de Duarte y nadie como él le dio vida entre nosotros.
En ningún momento de nuestra historia hubo en tan excelso grado, como en los aurales días de La Trinitaria, interprete más hábil ni abogado más ardiente del dogma de la fraternidad humana. De ese dogma romántico nació nuestra República.
La fraternidad humana, encuentran en el patricio dominicano, así como entre sus condiscípulos, terreno fértil que haría fructificar en gran manera la idea de redención total del pueblo dominicano frente a la comunicación haitiana.
El literato romántico francés Víctor Hugo tuvo una gran influencia en las ideas filosófica, sociales y poli citicas del patricio Juan Pablo Duarte, donde los sueños de justicia, libertad, entusiasmo, fe, ternura, amor y felicidad para todos los seré humanos, se convirtieron en los paradigmas mas importantes del romanticismo social de que se imbuyo el proceso de construcción de la patria dominicana.
Lo que revela que Duarte fue el primer entre nosotros en unir el concepto de libertad y el de propiedad a los conceptos derivadas de las leyes sabias y justas de los deberes que impone  la filantropía, que son en esencia los principios de las luchas sociales de nuestros tiempos, desde Hostos-se dijeras hasta Juan XXIII.
El ideario político de Duarte, pues, su magno apostolado, es cosa vigente, de fuerza imperativa, quizás mucho más para mañana que para nosotros días.
EL INFLUJO  ILUSTRADO
En el año 1844 tras su regreso al país al ser proclamada la independencia Nacional. El patricio postula el principio de la primicia de la ley ante todos los actos tanto de gobernantes como de gobernado, el principio de  la sabiduría nacional como ley fundamental que debe regir a la República Dominicana como nación libre e independiente, el principio de la soberanía popular tanto en el origen  del gobierno como su forma de elección, el sistema de gobierno a establecer, su esencia y la manera de actuar.
El romanticismo, el liberalismo, el nacionalismo y el socialismo utópico. Con la excepción de la ultima, cada de ellas penetró en su brindándole las esencias de su actuación futura. Pero el caso no puede ser estudiado a la ligera, pues tales corrientes, pero a que respondía al común denominador de la libertad, ofrecían contradicciones dialécticas   reciprocaras y a menudo internas.

EL INTERACTIVO DE LA LEY EN DUARTE
Sin dudas algunas, el patricio Juan Pablo Duarte tenía un muy elevado concepto de la ley, al entender que nadie, por muy encobrado que esta ni debe considerarse por encima de la ley. De igual modo, entendía que nadie, por el simple hecho de ser un ciudadano común, pues situarse al margen  de las disposiciones legales vigentes. Estos quiere decir que todo acto que ejerza cualquier persona, gobernante o gobernado, autoridad o ciudadano, debe hacerlo exclusivamente con arreglo a lo que dispone la ley.
De conformidad con Rousseau, Duarte considero que la Ley ha de emanar de la sola autoridad legítima existente: a sabe: El poder soberano del pueblo: y que ella debe regir en un plano de igualdad así a los avasallados como a la clase dominante.
Ella es la que da al gobernante el derecho de mandar; pero es también la que impone al gobernado las obligaciones de obedecer.
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La Ley es igual para todos sin distinción de personas y sexos.
En definitiva, Duarte es del parecer que es la ley la que otorga al gobernante el derecho de mandar e imponer al gobernado la obligación de obedecer, razón por la cual toda autoridad que no haya sido erigida con arreglo a lo dispone la misma es ilegitima y en consecuencia no tiene derecho alguno a gobernar, ni los ciudadanos están en la obligación de obedecerla, pudiendo llegar a desconocerla por la vía de la rebelión, si fuera necesario.
El texto de Rousseau nos revela que hubo un momento en la historia de la humanidad en que los seres humanos se vieron obligados a cambiar su modo de vida solitario, en el estado natural, por un estilo de vida más gregario y colectivo que le permitiera juntar sus fuerzas para resisitir las adversidades y los obstáculos que el medio ambiente hostil les presentaba para poder subsistir.

SOBERANÍA NACIONAL Y SOBERANÍA POPULAR.
La soberanía es concebida por el ilustrado Rousseau (1996:32-33) como ¨el ejercicio de la voluntad general que jamás  puede enajenarse¨ al tiempo que la califica de ¨inalienable ¨indivisible¨ mientras que del soberano dice ¨ no es más que el ser colectivo ¨ que Ñ no puede ser reapretando mas que por si mismo¨.
La nación dominicana es la reunión de todos los dominicanos.
La nación dominicana es libre ( art.6º) e independiente y no es no puede ser jamás parte integrante  de ninguna otra Potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña.
1.      La soberanía inmanente, que es la encargada de regular los negocios domestico.
2.      La soberanía transeúnte, que es la que representa a la Nación en su relación con los demás Estados.
Duarte recalca como un aspecto esencial de la soberanía nacional, la idea de que la Nación dominicana es libre e independiente, razón por la cual no es no `puede ser nunca parte integrante de ninguna potencia extranjera, ni el patrimonio de familia o persona alguna, y asea de nacionalidad dominicana o perteneciente a otra nacionalidad. Esto significa que el territorio de la república Dominica no puede ser enajenado por nadie.





DUARTE Y LOS PODERES DEL ESTADO
Donde Duarte reafirma de forma definitiva su gran adhesión a los principios de la filosofía política ilustrada, al tiempo que la trasciende al agregar el Poder Municipal como el primer poder del Estado.
En este texto se pode de manifiesto que Duarte dominaba  ampliamente la teoría liberal de John Locke sobre el poder legislativo y el poder ejecutivo, así como la teoría ilustrada del barón de Montes quien sobre la integración y división de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.
A eso tres poderes, Duarte agrega un nuevo poder, el Poder Municipal, el que coloca en primer lugar.

EL LIBERALISMO PROGRESIVO DE DUARTE
Las ideas liberales que profeso Juan Pablo Duarte estaba estrechamente relacionadas con las ideas románticas e ilustrada que sustento durante gran parte de su vida, a través de las cuales siempre abogo por el establecimiento  de una república Dominica libre e independiente de toda dominación extranjera.
Condeno toda forma de de despotismo, al tiempo que postulo la necesidad de la construcción de un sistema democrático representativo.
En otro orden, el patricio Duarte entendía que la ley debía estar orientada esencialmente a la conservación y protección de la vida, a la preservación de la libertad en todas sus manifestaciones, al mantenimiento del honor de las personas contra cualquier forma de difamación e injuria, así como el respeto irrestricto de las propiedades de los individuos, lo cual revela la perspectiva amplia y el alto sentido humanitario de que estaba imbuido el liberalismo político, económico y filosófico que profeso el Fundador de la República Dominicana.
EL CRISTIANISMO COMPROMETIDO DE DUARTE
Duarte fue un cristiano católico convencido y comprometido, quien, con apenas seis años de edad, conforme lo revela su hermana Rosa Duarte en sus apuntes, se aprendió el libro de catecismo y lo recitaba de memoria.
El ideal Duartiano asumió característica ampliamente populares a través de la proyección pública del trabajo de La Trinitaria, por medio de la Sociedad La Filantrópica y la Sociedad Dramática, bajo el manto de sociedades para el desarrollo cultural y la escenificación de obras teatrales, con el claro propósito de despertar el sentimiento nacionalista y crear una conciencia revolucionaria en la población de la parte oriental de la isla de Santo domingo.
Duarte y el padre Gaspar Hernández se dedicaron a enseñar Filosofía, teología, Derecho e Idiomas a los jóvenes inquietos de la época, lo que le atrajo gran simpatía y contribuyó a acrecentar aun más el liderazgo natural que tenía entre la juventud de la época.
Es importante destacar la visión amplia que poseía Duarte en torno a la libertad de conciencia, la tolerancia de cultos y el respecto a prácticas distintas a la suyas.
La concepción constitucionalista de Juan Pablo duarte sobre la religión evidencia una gran apertura  a la libertad de conciencia, a la tolerancia de cultos y al funcionamientos de sociedades orientadas a la defensa de la moral pública y de la caridad evangélica, sin renunciar a su orientación cristiana a favor de la Religión Católica, Apostólica y Romana como religión predominante del Estado Dominicano.



DUARTE, PUEBLO HAITIANO Y UNIDAD NACIONAL
Ahora abordaremos un elemento clave en el pensamiento del partido Juan  Pablo Duarte, pero que ha sido manipulado por los sectores dominantes de Haití y la República Dominicana para endilgarle una supuesta visión racista o anti haitiana que nunca tuvo.
Veamos lo que dicen sus palabras desprejuiciadas, pero con un claro sentido de la identidad histórico-cultural que caracteriza a los dos pueblos que conformaron la Isla de Santo Domingo.
¨Entre los dominicanos y los haitianos no es posible una función. Yo admiro al pueblo haitiano desde el momento en que recorrieron las páginas de su historia, lo encuentro luchando desesperadamente contra poderes excesivamente superiores, y veo como los vence y como sale de la triste condición de esclavos para constituirse en nación libre e independiente.
Le reconoces poseerse de dos virtudes eminentes, el amor la libertad y el valor, pero los dominicanos que en tantas ocasiones han vertido glorificamente su sangre, lo habrán hecho sólo para sellar la afrenta de que en premio de su sacrificios le otorguen sus denominadores la gracia de besarles las manos.

Es esa perpetua amplia la que le permite al patricio Duarte incorporar a su proyecto liberador a todos los sectores sociales y a las diferentes razas que integraban la sociedad multicolor dominicana de la primera mitad del siglo XIX, para convertir en una nacional de la parte Este de la Isla  de Santo Domingo frente los sectores dominantes haitianos.
¨El llevaba los libros en el almacén de su padre, y daba clases gracias, de escritura y de idiomas a los que demostraban deseo de aprender; los enseñaba con gusto sin hacer distinción de clase ni de colores, lo que le atraía una popularidad incontratable, pues estaba fundada en la gratitud.
Para Duarte, el racismo, proviniera de blancos, negros mulatos o cobrizos, constituía una aberración y una disminución de la condición humana.
La concepción revolucionaria de la unidad racial que tenia Duarte para entonces  era muy necesaria, dado que para el año 1838, fecha en que fue fundada La Sociedad Secreta Trinitaria, tan solo había transcurrido 16 años de que en el país se había abolido formalmente las esclavitud de los negros a manos de los blancos y todavía se expresaban enconos y rencores.
Esto se pone en evidencia más claramente en los siguientes versos suyos:
¨Los blancos, morenos, cobrizos, cruzados, marchando serenos, unidos y osados, la Patria salvemos de viles tiranos. y al mundo motorismo que somos hermanos ( Duarte, 1999-290).

Con esta perspectiva visionaria, se adelantó a su época y entendió el concepto de Nación como algo amplio e incluyente, que comprende a los diferentes sectores que habitan u territorio, poseen una misma cultura, tienen un lengua común y se sienten coparticipes de los mismo sentimientos patrióticos, de identidad nacional, históricas y social, alegría, tristeza o esperanza que embargaban a los integrantes de un determinado conglomerado humano.
De igual manera, se consignan entre las primeras disposiciones legales del nuevo Estado intendente, las siguientes:
¨Las leyes fundamentales de ese Estado Garantizaran el régimen democrático, aseguraran la libertad de los ciudadanos aboliendo para siempre la esclavitud y establecerán la igualdad de los derechos civiles y políticos sin miramientos.
En esa misma textura, siguiendo lo trazado por la Manifestaciones del 16 de Enero, se inscribe el primer Decreto de la Junta Central Gubernativa del 1 de marzo de 1844.
Sin lugar a dudas, el espíritu de los forjadores de la nacionalidad dominicana no estaba animado por querellas de tipo racial o de otra naturaleza, sino por ideal del libertad plena para todos los seres humanos.
esto nos deja ver con bastante claridad que el antihaitianismo que luego se erigió en ideología de Estado Durantes la dictadura trujillista, tomando como referencias históricas las invasiones haitianas de 1801, 1805 y 1822 y las guerras post- independentista libradas en tres haitianos y dominicanos entre los años 1844 y 1856.

EL ANTIIMPERIALISMO RADICAL DE DUARTE
La perspectiva antiimperialista de Duarte comienza en sus los de mocedad (al darse cuenta que nuestro país estaba bajo el yugo de la clase dominante haitiana) y adquiere su máxima expresión con la formación de la sociedad Secreta La Trinitaria, el 16 de Julio  de 1838, luego  de haber esta propaganda junto a  José María Serra por espacio de casi seis años consecutivos ( 1833,1834,1834,1836,1837 y hasta mediados de 1838).
La actividad antiimperialista desarrollada por Duarte le acarreo persecución política, acusaciones malvadas y falaces, destierro a perpetuidad e incluso la muerte, acciones propiciadas tanto por los gobernantes haitianos de turno como por los gobernantes haitianos de turno como por los gobernantes criollos entreguistas y traidores de la época post-independentista y post-restauradora, entre los que destacan Tomas Bobadilla, Pedro Santana, Buena Ventura Báez y José María Cabral, entre otros.
EL 27 de febrero de 1844, sus campaneros de ideal, junto a los sectores conservadores hateros, comerciante e intelectuales, que se unieron a la causa secretista a ultimas hora, llevaron a cabo el golpe militar trinitario contra el gobierno haitiano, lo que evidenció  la justeza del ideal  antiimperialista y separatista de nuestro Juan Pablo Duarte.
Al tomar asiento en la Junta Central Gubernativa el 15 de marzo de 1844, Duarte nos da una semblanza de su ideal antiimperialista en proyecto de realización, muestra su agradecimiento a quienes constituyeron a su cristalización y sentencia a los traidores de la Patria que pretendieran impedir su consumación definitiva.
Al describir el carácter entreguista de la clase dominante dominicana, representada por esos personajes siniestro y funesto, así como por otros, el patricio nos hace un cuadro exacto de ella, cuando expresa en forma descarnada lo siguiente:
¨En Santo Domingo no hay más que un Pueblo que desea ser y se ha proclamado independiente de toda potencia extranjera, y una fracción miserable que siempre se ha pronunciado contra ese querer del pueblo dominicano, logrando siempre por medio de sus intrigas u sórdidos manejos adueñase de la situación y hacer aparecer al pueblo dominicano de un modo distinto de cómo es en realidad.
Duarte avizoro  con una clara visión de presente y de futuro el interés de los franceses, españoles, inglesa y norteamericanos por posesionarse  de las riquezas naturales de la República Dominicana y controlarla política y económicamente.
En ese caso Duarte es enfático al plantear que no puede argüir neutralidad, sino que cada quien está en la obligación de tomar partido en contra de la Patria o a favor de ella.
Es evidente que nuestro Padre fundador tenia la más profunda convicción de que el lugar que le corresponde a los dominicanos honorables y patriotas es el de la defensa a ultrajas de enseña tricolor, aun a costa de la propia vida.
Duarte nos hace una radiografía completa de la historia de la traición llevada a cabo por el bando entreguista encabezado por Pedro Santana, Tomas Bobadilla y Buenaventura Báez, habiendo colaborado estos dos últimos estrechamente con los haitianos, tanto en la gestión de Jean Pierra Boyer como en la de Charle Herard - Riviére; Pasando por la entrega vil de la Bahía y Península de Samana a Francia, a través del denominado Plan  Levasseur, que había sido pactado con el cónsul Francés en Haití Andrés Monsieur Levasseur a cambio de un protectorado que le garantizara a ellos beneficios económicos, poder políticos y apoyos militares.
  Por esta pieza infigurable Duarte hace una narración desgarradoras de las vicisitudes por las que tuvieron que atravesar él , su familia, sus amigos y sus compañeros de ideal por postrarse, ni humillarse ni adorar, como hicieron otros mal llamados patriotas, al poder satánico  que durante la Primera República y una vez consulado la anexión a Español, ejerció el General Pedro santana en el país.
En los años postreros de su vida, Duarte hace un recuento de todos aquellos personajes que siempre actuaron contra el bienestar de la patria, al tiempo que avizoro a todos aquellos personajes que aunque revestidos de un ropaje nacionalista, urdía planes en contra de una República Dominicana libre, soberana e independiente.
Buenaventura Báez; fue diputado y presidente de la Asamblea Constituyentes que elaboro la Constitución de Moca del 1858, fue vicepresidente de la República tras el triunfo de la Guerra Restauradora, fue jefe del Ejercito del Suroeste y asumió la Presidencia Provincial, tras producirse el acecinado de José Antonio (pepillo).
Duarte murió sin ver concretizado su ideal antiimperialista a plenitud, el 15 de julio de 1876 en Caracas, Venezuela, ha tenido la República Dominicana desde el momento mismo en que se proclamo la Independiente Nacional hasta el presente.
Conforme con la parte medica registrada en su acta de defunción, el patricio murió de tesis pulmonar ( es decir, tuberculosis), una enfermedad fundamentalmente relacionada con el padecimiento de inanición o hambre crónica.




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