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martes, 20 de diciembre de 2016

EL VITALISMO






El vitalismo surgió de la mano de una serie de pensadores que se caracterizan por una especie de irracionalismo, como reacción a los varios movimientos revolucionarios socialistas de la segunda mitad del siglo XIX.

El vitalismo es la doctrina filosófica caracterizada por una afirmación y exaltación de la vida en toda su magnitud y con todas sus consecuencias. A los filósofos que coinciden en calificar a la vida como la realidad principal, interesados en conocerla y comprenderla, se les agrupa bajo el rubro de vitalistas, pero entre ellos no hay uniformidad doctrinal debida principalmente a las diferencias en la manera de concebir la vida.
Aún cuando cada filósofo vitalista tiene su propio concepto acerca de la vida, son dos los que predominan: el biológico y el biográfico.
 El primero concibe a la vida en su dimensión natural, esto incluye la obediencia y respeto hacia las leyes naturales, así como su aplicación práctica con el fin de obtener una mayor vitalidad que beneficie al ser humano en su existencia. El segundo la considera como la existencia humana en cuanto es vivida.
El vitalismo tiene dos principales manifestaciones. La primera de carácter científico cuyo principal portavoz es Hans Driesch, según la cual es reacción contra el mecanicismo materialista que propugna la reductibilidad de lo vivo a los procesos físico-químicos de la materia inerte.
Postula la existencia necesaria de un principio vital ajeno a la materia que explica los complicados fenómenos de lo viviente.
La segunda manifestación es de carácter filosófico, y es la que propiamente se llama vitalismo o filosofía de la vida.
A ésta se debe que la filosofía consiguiera alejarse de las “intromisiones científicas” sobre todo de las físicas; precisamente por remarcar el carácter diferenciado de las realidades vitales no susceptibles de un tratamiento sólo matemático.
 También se debe al vitalismo la reacción contra el racionalismo exagerado que supuso el idealismo alemán posterior a Kant. Por estas razones exaltan los vitalistas lo siguiente:
1-     La vida como realidad radical.
2-     Ontológicamente, la vida es lo sustancial del hombre.
3-     Gnoseológicamente, conocer la realidad prescindiendo del razonamiento y utilizando la vivencia, la intuición que simpatiza con lo que quiere conocer (más que razonar sobre las cosas hay que tener experiencias vitales de ellas o con ellas).
4-     Axiológicamente (filosofía de los valores) no hay otro criterio para jerarquizar los valores, que determinan qué es lo bueno y lo malo, más que la vida.
            No debemos entender el concepto vida únicamente como el proceso biológico que se desarrolla durante un período de tiempo afectando a lo animal en el hombre, sino más bien del modo más amplio posible.
La respuesta que ofrece el Vitalismo al problema de la vida es eminentemente metafísica. Su premisa esencial es que la vida está animada  por una “entidad sustancial”. Una “entidad” es un “ser”, es decir, algo que es y existe. La condición de “sustancia”, desde la Física de Aristóteles, vale por “fundamento”, y sugiere “lo que está debajo”, lo que “permanece” o “no cambia”. Una sustancia es “real” y “universal”, pero su expresión concreta  es “diversa”, “contingente” y “cambiante”.
Un modelo para comprender este argumento podría ser la guerra: la guerra es una sustancia, pero  su expresión en las guerras concretas son contingentes. Del mismo modo, la vida es una sustancia, pero  las vidas concretas son contingentes.
El tema central del Vitalismo filosófico es definir el carácter de la “entidad sustancial”. Para comprender lo que es ese concepto se procede por definición negativa, o sea, se aclara los que el concepto no es.
Los Vitalistas establecen que no equivale a la “energía” de la que habla la física, y que tampoco puede identificarse con una serie de “reacciones químicas” combinadas. Identificarla con ello,  equivaldría a aceptar explicaciones mecanicistas para un proceso profundamente complejo.
Para el Vitalismo Filosófico, la vida es más que física, biología y química, por lo que  no puede ser explicada por las Ciencias Naturales por lo que no puede ser reducida a categorías que sean extrañas a ella: lo orgánico (vivo) no puede surgir naturalmente de lo inorgánico (no vivo).
 Una deriva interesante de aquella argumentación es que, dado que las categorías de la Sociología y la Historia  en el marco del Positivismo y el Historicismo procedían de las Ciencias Naturales y eran también ajenas a la vida, tampoco servirían para explicarla. Para ver la relación de ambos discursos, hay que tomar en cuenta que la pregunta que se formula el Vitalismo no es sociológica ni histórica.
La primera interpreta la vida en el sentido biológico. Subraya el papel del cuerpo, los instintos, lo irracional, la naturaleza, la fuerza y la lucha por la subsistencia en el comportamiento histórico y social. Si bien su mejor modelo puede ser el pensador alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900), tiene numerosos antecedentes en la historia cultural de occidente. Tucídides y Jenofonte, historiadores de la guerra de origen griego del siglo 5 AC, entendían la historia y la sociedad como guiadas por figuras dotadas de una notable la “Voluntad de Poder” entendida como una fuerza interior instintiva, y el “Azar” o la “Fortuna”, entendida como una fuerza exterior que retaba a la otra en una constante agón o lucha.
 Del mismo modo, el Gnosticismo, sistema especulativo desarrollados entre los siglos 1 al 4 DC, si bien reconocía el valor del pensamiento racional, legitimaba el conocimiento que se adquiría a través de la observación y la experiencia, es decir, el saber intuitivo o instintivo. El Gnosticismo creía que el conocimiento de Dios y del mundo -la sociedad y la historia- tenía en el yo el punto de partida, una fuerza interior.
Es un aspecto del voluntarismo que argumenta que los organismos vivos (no la materia simple) se distinguen de las entidades inertes porque poseen fuerza vital (o élan vital, en francés) que no es ni física, ni química. Esta fuerza es identificada frecuentemente con el alma de la que hablan muchas religiones.

Los vitalistas establecen una frontera clara e infranqueable entre el mundo vivo y el inerte. La muerte, a diferencia de la interpretación mecanicista característica de la ciencia moderna, no sería efecto del deterioro de la organización del sistema, sino resultado de la pérdida del impulso vital o de su separación del cuerpo material.

La filosofía vitalista tiene como primera distinción de las filosofías tradicionales entender la realidad como proceso. El vitalismo marchará paralelo a otra corriente filosófica que coincide con él en estas características y en la crítica a las filosofías predominantes del siglo. XIX (idealismo y positivismo).
 El vitalismo tiene dos principales manifestaciones. La primera de carácter científico cuyo principal portavoz es Hans Driesch, La segunda manifestación es de carácter filosófico, y es la que propiamente se llama vitalismo o filosofía de la vida.

EL VITALISMO EN LA HISTORIA
Las medicinas alternativas funda sus bases en la existencia de la Fuerza o Energía Vital, concepto nacido de la Filosofía Vitalista que hoy es más comprensible, a luz de los desarrollos de la Física termodinámica de los últimos veinte años.
Definición de energía:
Vocablo de origen griego: en y ergon: acción.
Poder, capacidad para producir un efecto, realizar un trabajo, esfuerzo etc. Si pudiéramos usar una lente de gran aumento, veríamos que nuestro organismo en su totalidad no es más que un conjunto de átomos, como carbono, oxígeno, hidrógeno, potasio, sodio, magnesio.














CONCLUSIÓN



 Luego de terminar este trabajo hemos comprendido que el vitalismo es la posición filosófica caracterizada por postular la existencia de una fuerza o impulso vital sin el que la vida no podría ser argumentada.

 Se trataría de una fuerza específica, distinta de la energía estudiada por la física y otro tipo de ciencias naturales, que actuando sobre la materia organizada daría por resultado la vida.

Esta postura se opone a las explicaciones mecanicistas que presentan la vida como fruto de la organización de los sistemas materiales que le sirven de base.













INTRODUCCIÓN.


Al iniciar este trabajo halaremos del vitalismo  y que se caracteriza porque es una forma de irracionalismo, es decir, que niega la primacía de la razón en la Naturaleza y en las actividades humanas.
También de que Nietzsche tenía grandes dotes artísticas, y está considerado como uno de los mejores escritores alemanes modernos.
Y que el  conocimiento y el interés por la cultura griega, tuvieron un gran papel en su filosofía. Es un gran estudioso de Platón, Aristóteles, y en general de la cultura griega.
El tema central de su pensamiento es el hombre y la vida humana y tiene gran preocupación histórica y ética.








INDICE


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Anexos
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/f6/MF_Xavier_Bichat.jpg/800px-MF_Xavier_Bichat.jpg








                           
Marie François Xavier Bichat. Nació el 14 de noviembre de 1771 en Thoirette, Francia. Estudió en Lyon bajo la dirección de Antoine Petit.
En 1793 se traslada a París, donde Pierre Joseph Desault reconoce rápidamente sus capacidades y se convierte desde entonces en su protector. A la muerte de Desault, Bichat completó y publicó su obra.
En 1797 comienza a dar clases de medicina, actividad que a partir de 1800 compagina con su ejercicio como médico del Hôtel-Dieu. Al mismo tiempo, se dedica a la investigación anatómica.
Trayectoria científica
Fue el primer investigador que señaló las distintas texturas de las diferentes partes del cuerpo y en emplear el término tejido. Aisló veintiún tipos de tejidos en el cuerpo humano y su trabajo se convirtió en la base de la histología y la anatomía patológica modernas. Escribió varios libros sobre las membranas y los tejidos.
Fallece a la edad de 31 años como consecuencia de una herida accidental, en la sala de diseccion, su muerte fue retratada en el cuadro Xavier Bichat mourant de Louis Hersent. Esta enterrado en el cementerio de Père-Lachaise.

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